sábado, 28 de febrero de 2009

Azarías llama a la milana en Los santos inocentes

La creación de personaje de Azarías por parte de Paco Rabal es todo un clásico, una de las interpretaciones más formidables del cine -junto a Alfredo Landa como Paco el Bajo-. El tonto Azarías, que se orina las manos para curarse las grietas y quiere mucho a "la niña chica". Y sobre todo, ama con locura a su milana bonita.

viernes, 27 de febrero de 2009

La sorpresa es nuestro barco

Me encantan las escenas con arenga militar. El comandante ante la tropa antes de entrar en combate. En Master & Commander el capitán Jack Aubrey (Russell Crowe) realiza un discurso emotivo y conciso, con las adecuadas gotas de humor y la apelación a la patria inglesa. Sin caer en sentimentalismos superfluos.

Una película trepidante que recupera el tono de las cintas clásicas del género. Pero es que el material en que se basa es de primera: las maravillosas novelas de Patrick O´ Brian.

jueves, 26 de febrero de 2009

El sol, el sol.

Corriendo a buscar el sol, en una de las películas más bellas que he visto.

Crítica social y poesía, poesía de la bondad y la simplicidad. No hay mensaje ni parafernalia. Totó, los pobres, los ricachones, el paisaje de chabolas, el viento, el sol, el milagro en Milan.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Jeremías Johnson

¿Cómo cansarse de esta película?

El héroe solitario. Osos. Renos. Viejos camaradas. Vida salvaje entre montañas. Peligro. Veía esta película y me entraban unas ganas locas de irme al monte a cazar osos y dormir en una cabaña de troncos. O mejor, de ser la india que acompaña a Jeremías en las noches de luna.

Una escena magistral: Jeremías se venga de los crow. Una lucha a muerte en el silencio de las montañas.

lunes, 23 de febrero de 2009

Harmónica y Frank, en Hasta que llegó su hora

Llegó la hora. El duelo majestuoso, pausado y bellísimo entre Harmónica y Frank. Ya, al final, por fin sabemos los motivos de Harmónica, por qué el duelo tan esperado. Por qué vengarse de Frank, el pistolero de ojos azules, el más despiadado.

Un paisaje infinito y seco. El sonido letal de la armónica. El mayor dolor posible y el justo castigo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Marge, la poli de Fargo

Puede con todo. Es mi ídolo.

Embarazada, tripona, enorme. Y ahí la tienes, engullendo hamburguesas y cosas raras (esas cosas que comen allí en los USA). Investigando un secuestro, acorralando al tipo más tonto y aborrecible de Minnesotta, acabando con las peores sabandijas de esas tierras heladas. Achuchando a su afable marido bajo el edredón, quedándose dormida con la peli puesta.

Y aquí, espantando con mano izquierda a un antiguo compañero de instituto, el baboso de Mike.

miércoles, 18 de febrero de 2009

El final de El hombre que pudo reinar

Al final Danny Dravot (Sean Connery) se redime y muere con honor. Su amigo Peachy Carnehan (Michael Caine) permanece para contarlo. Ambos sinverguenzas, mentirosos y estafadores. Se hacen pasar por dioses, por reyes y no son más que simples aprovechados colonialistas. Pero acaban con dignidad, se comportan como valientes.

Una película de aventuras a lo grande, pero no simple. Sarcástica y amarga, de fracasos y ambiciones irracionales. De esa bestia del cine que fue John Huston.

martes, 17 de febrero de 2009

Receta para días moñas: ver La vida de Brian

Aún no conozco a nadie que no le guste.

Como es blasfema, sacrílega, herética y extremadamente cachonda, es imprescindible para los días lloriqueantes. Entera y deteniéndose en la escena final. Recomiendo analizar frase por frase la profundidad vital de la canción. La mejor lección de filosofía, lo demás son gaitas.

lunes, 16 de febrero de 2009

Llorando a mares con Chencho

El abuelo buscando a Chencho, en La gran familia (1962), es una imagen que se te queda clavada en la memoria. No hay nada más desolador que el gran Pepe Isbert solo en la Plaza Mayor, los villancicos de fondo musical y ese pobre abuelete llorando desconsoladamente, sintiéndose culpable hasta morir.

La escena me acompañó en mis temores de niña. Tenía un miedo horrible de que se me perdiera mi hermanita pequeña. Nunca le quitaba ojo de encima cuando estábamos en medio de mucha gente. Una vez, según me cuenta mi madre, la salvé.

viernes, 13 de febrero de 2009

Desayuno con los Hermanos Marx

Elegir una escena de Una noche en la ópera es difícil. Hace mucho, cuando sólo había una cadena de televisión y la UHF que nadie veía, pusieron un ciclo de los Hermanos Marx. Era los sábados por la tarde, la película del sábado, después de Heidi (o Marco o El perro de Flandes).

La escena de los huevos duros es la favorita de mi hijo. La sabemos recitar de memoria. El final es demoledor, como acostumbraba a serlo el sin par Groucho.

jueves, 12 de febrero de 2009

La mirada azul en Raíces profundas

La mirada azul y la más inocente, maravillada ante el Héroe. El niño bajo la mesa asiste a uno de los mejores duelos que se hayan filmado. Jack Palance y Alan Ladd, malo y bueno sin fisuras, diálogos contundentes, valor, hombría, admiración. Adios, Shane.

lunes, 9 de febrero de 2009

Morirse en All that jazz

Puedo ver esta escena decenas de veces. E imaginar que así debería ser morirse. Una extraordinaria función, donde la gente que te quiere te aplaude y se despide de ti. Cantas como nunca, te luces como nunca, es la GRAN DESPEDIDA.

Siempre me harto de llorar. Joe Gideon (Roy Scheider), alter ego de Bob Fosse, el gran vividor, fumador, bebedor, fiera sexual y ejemplar histriónico, da su último gran show. Apretones de manos, abrazos y besos. Con ejecutivos mirando el reloj y pensando a ver si la palma ya... Y Jessica Lange, una Dama hermosísima, que espera para el beso final.

domingo, 8 de febrero de 2009

Tina regada, en La ley del deseo

Decían que con veinte años yo me parecía a Carmen Maura en La ley del deseo. Cosa que me ponía tonta porque es la pel¡cula que más me gusta de Pedro Almodóvar. Y uno de los mejores papeles de la actriz. La transexual alegre y en busca del amor.

Una escena mágica, Tina regada en el calor de una noche de verano. Tienen magia esas noches, cuando volvemos de los bares y aún no estamos cansados, pero casi; el calor ya se aguanta y huele a calle recién mojada.

viernes, 6 de febrero de 2009

Mi primera película: El violinista en el tejado

Fue mi primera película en cine. En un cine que ya no existe, una sala grande. Entré con mis padres cuando ya había empezado y nos llevó el acomodador a las butacas. La primera escena que recuerdo es a Topol en el pajar, dichoso de su vida.

Yo tenía unos cuatro años. Lloré mucho con esa película y le pedí a mi padre la banda sonora. Me aprendí las canciones de memoria (en inglés macarrónico) y me siguen emocionando. Sobre todo ésta:

Para ir a Dune

Dune o Arrakis, el planeta seco donde se guarda la especia.

La melange.

Cine y BDSM se me estaba quedando pequeño para tantas películas que recuerdo y me gusta mirar. Películas de toda temática, las películas que me llevan a Dune.