Al final Danny Dravot (Sean Connery) se redime y muere con honor. Su amigo Peachy Carnehan (Michael Caine) permanece para contarlo. Ambos sinverguenzas, mentirosos y estafadores. Se hacen pasar por dioses, por reyes y no son más que simples aprovechados colonialistas. Pero acaban con dignidad, se comportan como valientes.
Una película de aventuras a lo grande, pero no simple. Sarcástica y amarga, de fracasos y ambiciones irracionales. De esa bestia del cine que fue John Huston.
miércoles, 18 de febrero de 2009
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Termina como terminan las grandes películas, odiando al direcctor por hacerlo acabar así, pero sabiendo que en el fondo te habría decepcionado de haber hecho algo distinto. Más grande que muchas de las que la gente se llena la boca.
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo contigo, Robe. No lo podías haber expresado mejor. El final de Danny es como tiene que ser.
ResponderEliminarUn cordial saludo.