domingo, 9 de agosto de 2009

Una pequeña debilidad: La chica de rosa

Mi película favorita de John Hughes, que falleció ayer, es La chica de rosa. La vi varias veces y siempre queriendo ser Molly Ringwald, con esos conjuntos tan requetechulos que se ponía: los sombreritos, los guantes... yo hubiera querido ir así al instituto. Marcar esa arrolladora personalidad y desafiar a las rubias de la clase.

En La chica de rosa están los ochenta que hubiera querido yo vivir: ser dulce, rebelde y tener a Andrew McCarthy de pareja para el baile.

lunes, 20 de julio de 2009

Títulos de crédito en Cry Baby

Grease pasada por la irreverencia de John Waters. Un musical lleno de temas clásicos del rock de los cincuenta, que cuenta el típico enfrentamiento entre niñatos pijos y chicos malos, con piba formal y rica atraída por el lado oscuro.

Fantásticos títulos de crédito, donde se presentan los personajes de la película y donde, según sus reacciones ante la horrorosa vacuna, sabemos ya del pie que cojean. Y donde nace en amor entre Allison (Amy Locane) y El Lágrima (Johnny Depp)

miércoles, 15 de julio de 2009

Cuarenta tipos malos contra Los siete magníficos

Los malos no se dan cuenta de lo bocazas que pueden ser. La fuerza se les va por la boca, cuando empiezan a largar ya te das cuenta de que tienen los minutos contados. Aquí, el jefe de los malos lo demuestra claramente. Parlotea como un loro y no se da cuenta de que el jefe de los buenos, con sus respuestas secas y contundentes, va guardando fuerza y coraje.

Un western tipos más chulos que un ocho que salvan a pueblerinos indefensos, el tipo de western que más me gusta. Y con reparto de arrodillarse y cantar alabanzas.

Los siete magníficos (John Sturges, 1960)

jueves, 18 de junio de 2009

Duelo a muerte entre Perseo y Medusa

El enfrentamiento entre Perseo y la gorgona Medusa es uno de mis episodios mitológicos favoritos. En Furia de Titanes (Desmond Davis, 1981) se plasma en la siguiente escena. El esforzado héroe (Harry Hamlim) contra una de las criaturas creadas por el maestro Harry Harryhausen.

Me gusta esa Medusa, es todo lo horrenda que debe ser, mitad serpiente, mitad mujer mostruosa.

martes, 9 de junio de 2009

Escena final de El último mohicano

En el año 92 vi El último mohicano en el cine Campo del Sur, en el barrio de la Viña. Uno de esos viejos cines con olor a desinfectante, de dos salas con butacas rojas desgastadas. Pura poesía.

La escena final, la película entera, es pura épica. De esa que nos hace llorar. Enfrentamiento final entre héroes que lo han perdido todo y villanos que no tienen nada que perder. El viejo mohicano, el último, que ve morir a su hijo, al valiente Uncas. El oscuro Magua, impasible, cruel, leal a los principios de los Hurones, su clan. Y Alice Munro, sacando fuerzas, negando la mano tendida de Magua y negandose a un final humillante.

Y aunque el final es más feliz que el de la novela, me da igual, y compensa.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Cine y circo

Cuando los niños de los 80 teníamos a Los payasos de la tele como ídolos inevitables, vi por primera vez Trapecio (Carol Reed, 1956). Fue amor a primera vista. Una intensa película sobre trapecistas enfrentados, sobre rivalidades y amores, ocultos bajo la carpa del circo.

Para mi, en aquella época, un circo tenía la magia de un pequeño microcosmos de héroes apasionados. Y en esa historia tenía la prueba. Un trapecista veterano, Mike Ribble (Burt Lancaster) que hace pareja con un novato intrépido, Tino Orsini (Tony Curtis). Ambos, dispuestos a probar suerte con el salto más difícil posible: el triple salto mortal. Y la equilibrista Lola (Gina Lollobrígida) entre los dos.

viernes, 8 de mayo de 2009

El final de El honor de los Prizzi

Es el final de dos asesinos enamorados. No hay otro posible. La pasión, ahora un juego de disimulos, un plan perfecto para matar al otro. Por encargo y con frialdad. Así la desesperación del que queda vivo es mayor, solo bajo la ducha.

martes, 5 de mayo de 2009

El prepara el desayuno

Y ella viene y le besa. Un tipo duro como Sam Peckinpah creó aquí una escena sencilla y apacible, mostrando sabiamente la dulzura entre dos enamorados. Es una de mis parejas favoritas, Doc y Carol, tan tremendamente apasionados. Ella le espera, le hace el terrible favor de sacarlo da la cárcel. Luego él lo sabrá y ocurrirán escenas dolorosas. Luego se perdonarán, se volverán a amar.

Y, en medio, un atraco, una huida, un camión de la basura, un vertedero, habitaciones de hotel infectas, tipos peligrosos...

jueves, 23 de abril de 2009

En tiempos de crisis financiera: Atraco a las tres

Una película que es pura revolución: seis oficinistas pringados que planean robar en su propio banco y así ayudar a su antiguo jefe. Pero también dar una lección de moral a sabandijas como Don Prudencio y a energúmenos como el Señor Director General.

Nuestro país en los 60, tan gris y tan triste, en una comedia que si se mira bien no es tan cómica. Con directores de banco bondadosos que acaban defenestrados por hacer préstamos poco solventes. Con empleados que sueñan sueños sencillos y de gente vulgar. Galindo, Martínez, Enriqueta, Benítez, Cordero, Castrillo. Seis héroes.

viernes, 17 de abril de 2009

Esto es Comedia: Bola de fuego

Recuerdo la segunda vez que vi Bola de fuego. Yo estaba con la llorera tonta y puse la tele. Allí estaba Bárbara Stanwick cantando Drum Boogie. Cómo va una a llorar con algo así.

Una de las comedias maravillosas de Howard Hawks, mi predilecta, una versión disparatada de Blancanieves (cabaretera que huye de gansters) y los 7 enanitos (7 profesores serios pero con ganas de emociones fuertes). Un príncipe despistado (Gary Cooper). Una bruja de gatillo fácil (Dana Andrews). Y en medio, diálogos rápidos e ingeniosos, ritmo frenético y un maravilloso personaje femenino: Sugarpuss, la cantante atrevida, inteligente y enérgica en la piel de Bárbara Stanwick.



lunes, 13 de abril de 2009

La fauna exótica en Wall Street

Ahora están revisándola y se estan dando cuenta de que es una buena película. A Oliver Stone siempre están dándole críticas malas -los gafapastas enteradillos, claro- y ahora, con la que está cayendo, vienen a revisarla y concluyen que no está tan mal.

Ag, que rabia me dan esas cosas.

La he visto varias veces, el Wall Street de Oliver Stone (1987) y me parece una buena pelicula que retrata de manera implacable a la fauna más exótica: grandes financieros podridos de pasta. Es casi un documental de la 2, con tiburones, nunca mejor dicho. El gran tiburón blanco, ese genial Gordon Gekko/Michael Douglas.

domingo, 12 de abril de 2009

Dos duelos a espada

Seleccionar duelos a espada es complicado. Hay duelos grandiosos, larguísimos, con acrobacias y piruetas. Dentro de una película de aventuras es casi escena obligatoria y, normalmente, momento culminante. He recordado estas dos, con un especial encanto para mi.

La primera corresponde a El prisionero de Zenda (Richard Thorpe, 1952), que es un clásico de aventuras con todas las de la ley. Es una de mis películas-fetiche. De adolescente sentía una extraña atracción por Stewart Granger, con sus sienes plateadas y su sonrisa burlona. Y también por James Mason, morboso por excelencia. Aquí son Rudolf, el héroe, y el malvado Rupert de Hentzau.



La segunda escena es de La princesa prometida (Rob Reiner, 1987), el cuento en imágenes lleno de todos los tópicos que nos gustan a quienes nos gustan los cuentos. Y el mayor y más estupendo tópico, el duelo a espada entre un héroe grandioso, Iñigo Montoya (Mandy Patinkin), y un malo repugnante, el Conde Rugen (Christopher Guest), el hombre de los seis dedos.

viernes, 10 de abril de 2009

Utopía existe: Horizontes perdidos

Utopía existe. Se llama Shangri-La y la cuenta el maestro Frank Capra. No podía ser otro, el mejor director para soñar con mundos bondadosos y personajes bienaventurados.

Horizontes perdidos habla de una ciudad escondida en el Tíbet con tanta ingenuidad que maravilla. En Shangri-La no existe la maldad, todos viven en armonía y son nobles y sosegados. Los extranjeros que llegan allí, rescatados de un accidente de avión, descubren que es posible otro mundo diferente del que vienen.

Y es que la película se estrenó en 1937, muy, muy poquito antes del estallido de la II Guerra Mundial, cuando el nazismo empezaba a mostrarse y empezaba a ser muy dificil pensar en esperanzas. Pero Capra, el grandísimo Capra, al menos, lo intentaba.

jueves, 9 de abril de 2009

Mi pequeña debilidad: Armas de mujer

Es la película de género patito feo convertida en cisne que más me gusta. Por su estética ochentera, esas oficinas cutres, ordenadores que son mastodontes, aparatos de aire acondicionado asesinos. Hombreras, cardados y maquillaje extremo.

Melanie Griffith en su mejor papel, borracha en brazos de Harrison Ford. Sigourney Weaver haciendo de jefa zorrona. Let the river run y su mensaje de buen rollito.

Que si, que me gusta, que la veo siempre que puedo y siempre me pone tonta y endeblilla.

miércoles, 8 de abril de 2009

El tipo duro canta canciones dulces

Como hoy estoy tiernecilla y blandita, he recordado esta película que vi hace tanto y que me emocionó tanto también. Una historia de triángulo amoroso en el duro Far West, con buscadores de oro, pueblos que salen de la nada, polvo y carretas. Un musical de tipos duros que comparten esposa, tipos con sentimientos, hombres de una pieza.

La leyenda de la ciudad sin nombre, Paint your wagon (Joshua Logan, 1969), Lee Marvin canta con voz ronca Wanderin´ star.

Snow can burn your eyes but only people make you cry.



lunes, 30 de marzo de 2009

Cómo es ver una película embarazada: Gladiator

Yo estaba de siete meses y llevaba un bombo respetable. El cine -que ya no existe- tenía un sistema de sonido atronador. Tenía muchísimas ganas de ver Gladiator, pero no conté con el pequeñín que vivía dentro.

La batalla inicial, los enfrentamientos entre gladiadores, gritos, peleas... el ruido atronador pusieron revoltoso al fetito, que estuvo toda la bendita película dando patadas. Acabé agotada y preguntándome que pensaría el pobre, allí a oscuras.

Luego he visto Gladiator en televisión varias veces. Siempre emocionante. Aunque soy incapaz de memorizar la famosa frase en el anfiteatro de Roma.

miércoles, 11 de marzo de 2009

El día de la marmota, otra vez!!!

El dichoso día se repite hasta la nausea para el petardo de Phil (Bill Murray) -que se llama igual que la marmota-. Es horriblemente divertido, es lo más angustioso, lo más terrible y fuente de ideas salvajes. Phil lo hará todo porque es todopoderoso, el tiempo fluye en círculo y nunca le pasará nada. Puede ser perverso, puede ser el más idiota, puede ser deprimente. Puede ser el más encantador. Está Atrapado en el tiempo.

Una excelente comedia, y aquí, cuando la pesadilla acaba de empezar: Bill Murray empieza a ponerse nervioso.

lunes, 9 de marzo de 2009

En 1977 estrenaron La guerra de las galaxias

Fue el acontecimiento de mis 11 años. Tenía 11 años y vi La guerra de las galaxias en un cine grande y viejo que ya no existe. La sala estaba llena y ya nada fue igual. Pasé días y noches con aquellas imágenes en mi cabeza.

La respiración de Darth Vader. El planeta desértico Tattoine. Leia, yo quería ser Leia. La Estrella de la Muerte. Luke abatiendo a la Estrella de la Muerte. El cachondo de Han Solo. El bip-bip de R2-D2. El antro de Mos Eisley, con la orquesta de tipos raros. El quejica C3PO. Los gruñidos de Chewbacca. La lucha a muerte entre Darth Vader y Obi Wan, cuando aún no sabías quién vence.

Palabras mágicas. Caballero Jedi. La Fuerza. Halcón Milenario. "En una galaxia, muy, muy lejana..."

Con 11 años, aquello era magia.

jueves, 5 de marzo de 2009

Mi primer Disney: Blancanieves

Fue la primera película Disney. La vi en un cine de verano, con mis padres. De todas las escenas, me quedo con la transformación de la reina. Fue una escena-trauma. Pasé verdadero terror. El cabello se le vuelve blanco, las manos se agarrotan, las uñas crecen de forma horrorosa... la voz, mi vozzzzzz.

Mi primer Disney y mi primera pelicula de terror.

sábado, 28 de febrero de 2009

Azarías llama a la milana en Los santos inocentes

La creación de personaje de Azarías por parte de Paco Rabal es todo un clásico, una de las interpretaciones más formidables del cine -junto a Alfredo Landa como Paco el Bajo-. El tonto Azarías, que se orina las manos para curarse las grietas y quiere mucho a "la niña chica". Y sobre todo, ama con locura a su milana bonita.

viernes, 27 de febrero de 2009

La sorpresa es nuestro barco

Me encantan las escenas con arenga militar. El comandante ante la tropa antes de entrar en combate. En Master & Commander el capitán Jack Aubrey (Russell Crowe) realiza un discurso emotivo y conciso, con las adecuadas gotas de humor y la apelación a la patria inglesa. Sin caer en sentimentalismos superfluos.

Una película trepidante que recupera el tono de las cintas clásicas del género. Pero es que el material en que se basa es de primera: las maravillosas novelas de Patrick O´ Brian.

jueves, 26 de febrero de 2009

El sol, el sol.

Corriendo a buscar el sol, en una de las películas más bellas que he visto.

Crítica social y poesía, poesía de la bondad y la simplicidad. No hay mensaje ni parafernalia. Totó, los pobres, los ricachones, el paisaje de chabolas, el viento, el sol, el milagro en Milan.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Jeremías Johnson

¿Cómo cansarse de esta película?

El héroe solitario. Osos. Renos. Viejos camaradas. Vida salvaje entre montañas. Peligro. Veía esta película y me entraban unas ganas locas de irme al monte a cazar osos y dormir en una cabaña de troncos. O mejor, de ser la india que acompaña a Jeremías en las noches de luna.

Una escena magistral: Jeremías se venga de los crow. Una lucha a muerte en el silencio de las montañas.

lunes, 23 de febrero de 2009

Harmónica y Frank, en Hasta que llegó su hora

Llegó la hora. El duelo majestuoso, pausado y bellísimo entre Harmónica y Frank. Ya, al final, por fin sabemos los motivos de Harmónica, por qué el duelo tan esperado. Por qué vengarse de Frank, el pistolero de ojos azules, el más despiadado.

Un paisaje infinito y seco. El sonido letal de la armónica. El mayor dolor posible y el justo castigo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Marge, la poli de Fargo

Puede con todo. Es mi ídolo.

Embarazada, tripona, enorme. Y ahí la tienes, engullendo hamburguesas y cosas raras (esas cosas que comen allí en los USA). Investigando un secuestro, acorralando al tipo más tonto y aborrecible de Minnesotta, acabando con las peores sabandijas de esas tierras heladas. Achuchando a su afable marido bajo el edredón, quedándose dormida con la peli puesta.

Y aquí, espantando con mano izquierda a un antiguo compañero de instituto, el baboso de Mike.

miércoles, 18 de febrero de 2009

El final de El hombre que pudo reinar

Al final Danny Dravot (Sean Connery) se redime y muere con honor. Su amigo Peachy Carnehan (Michael Caine) permanece para contarlo. Ambos sinverguenzas, mentirosos y estafadores. Se hacen pasar por dioses, por reyes y no son más que simples aprovechados colonialistas. Pero acaban con dignidad, se comportan como valientes.

Una película de aventuras a lo grande, pero no simple. Sarcástica y amarga, de fracasos y ambiciones irracionales. De esa bestia del cine que fue John Huston.

martes, 17 de febrero de 2009

Receta para días moñas: ver La vida de Brian

Aún no conozco a nadie que no le guste.

Como es blasfema, sacrílega, herética y extremadamente cachonda, es imprescindible para los días lloriqueantes. Entera y deteniéndose en la escena final. Recomiendo analizar frase por frase la profundidad vital de la canción. La mejor lección de filosofía, lo demás son gaitas.

lunes, 16 de febrero de 2009

Llorando a mares con Chencho

El abuelo buscando a Chencho, en La gran familia (1962), es una imagen que se te queda clavada en la memoria. No hay nada más desolador que el gran Pepe Isbert solo en la Plaza Mayor, los villancicos de fondo musical y ese pobre abuelete llorando desconsoladamente, sintiéndose culpable hasta morir.

La escena me acompañó en mis temores de niña. Tenía un miedo horrible de que se me perdiera mi hermanita pequeña. Nunca le quitaba ojo de encima cuando estábamos en medio de mucha gente. Una vez, según me cuenta mi madre, la salvé.

viernes, 13 de febrero de 2009

Desayuno con los Hermanos Marx

Elegir una escena de Una noche en la ópera es difícil. Hace mucho, cuando sólo había una cadena de televisión y la UHF que nadie veía, pusieron un ciclo de los Hermanos Marx. Era los sábados por la tarde, la película del sábado, después de Heidi (o Marco o El perro de Flandes).

La escena de los huevos duros es la favorita de mi hijo. La sabemos recitar de memoria. El final es demoledor, como acostumbraba a serlo el sin par Groucho.

jueves, 12 de febrero de 2009

La mirada azul en Raíces profundas

La mirada azul y la más inocente, maravillada ante el Héroe. El niño bajo la mesa asiste a uno de los mejores duelos que se hayan filmado. Jack Palance y Alan Ladd, malo y bueno sin fisuras, diálogos contundentes, valor, hombría, admiración. Adios, Shane.

lunes, 9 de febrero de 2009

Morirse en All that jazz

Puedo ver esta escena decenas de veces. E imaginar que así debería ser morirse. Una extraordinaria función, donde la gente que te quiere te aplaude y se despide de ti. Cantas como nunca, te luces como nunca, es la GRAN DESPEDIDA.

Siempre me harto de llorar. Joe Gideon (Roy Scheider), alter ego de Bob Fosse, el gran vividor, fumador, bebedor, fiera sexual y ejemplar histriónico, da su último gran show. Apretones de manos, abrazos y besos. Con ejecutivos mirando el reloj y pensando a ver si la palma ya... Y Jessica Lange, una Dama hermosísima, que espera para el beso final.

domingo, 8 de febrero de 2009

Tina regada, en La ley del deseo

Decían que con veinte años yo me parecía a Carmen Maura en La ley del deseo. Cosa que me ponía tonta porque es la pel¡cula que más me gusta de Pedro Almodóvar. Y uno de los mejores papeles de la actriz. La transexual alegre y en busca del amor.

Una escena mágica, Tina regada en el calor de una noche de verano. Tienen magia esas noches, cuando volvemos de los bares y aún no estamos cansados, pero casi; el calor ya se aguanta y huele a calle recién mojada.

viernes, 6 de febrero de 2009

Mi primera película: El violinista en el tejado

Fue mi primera película en cine. En un cine que ya no existe, una sala grande. Entré con mis padres cuando ya había empezado y nos llevó el acomodador a las butacas. La primera escena que recuerdo es a Topol en el pajar, dichoso de su vida.

Yo tenía unos cuatro años. Lloré mucho con esa película y le pedí a mi padre la banda sonora. Me aprendí las canciones de memoria (en inglés macarrónico) y me siguen emocionando. Sobre todo ésta:

Para ir a Dune

Dune o Arrakis, el planeta seco donde se guarda la especia.

La melange.

Cine y BDSM se me estaba quedando pequeño para tantas películas que recuerdo y me gusta mirar. Películas de toda temática, las películas que me llevan a Dune.